Macristas y radicales reforzaron su teoría de que el alperovichismo persigue un rédito electoral en 2015 al incorporar a la Municipalidad de San Miguel de Tucumán un barrio de 2.500 casas que se construye en la comuna de San Felipe y Santa Bárbara.
El martes pasado, el oficialismo legislativo aprobó la ley mediante la que se ampliaron los límites del municipio para que el emprendimiento habitacional “Manantiales Sur”, que aún está en construcción, depende administrativamente de la Intendencia capitalina. El amayismo alzó su voz de rechazo, al igual que los parlamentarios opositores. Todos adujeron que el oficialismo busca sumar potenciales votantes en el distrito capital, ya que en los comicios del año pasado perdió en manos del Acuerdo Cívico y Social.
La polémica modificación de los límites de la capital fue abordada ayer durante el plenario de la Convención Provincial de la Unión Cívica Radical. El legislador Ariel García advirtió que el oficialismo está planeando una avanzada legal para tratar de impedir el triunfo del Acuerdo Cívico y Social en las elecciones del 2015. Por eso, los convencionales del radicalismo decidieron otorgar mandato al apoderado del partido para que inicie acciones contra la polémica ley.
El concejal macrista Roberto Ávila aseguró que es responsabilidad del intendente Domingo Amaya el “avasallamiento” que sufre la Municipalidad. “El mutismo de Amaya durante estos años sumió a la Capital a los caprichos e intereses del Poder Ejecutivo. Se llegó a esta situación porque jamás se avanzó en la sanción de una ley que establezca las autonomías municipales, dictaminadas por la Constitución. Hasta ahora vivíamos en el reino de las maravillas, nunca se le escuchó decir palabra alguna al intendente en aras de lograr la autonomía de la Capital ya que estaba muy cómodo bajo el ala protectora del gobernador”, alertó el edil.